domingo, 22 de febrero de 2009

Una Historia

Hacía mucho calor.

Su pueblo, Hatti, ya no existía, y desde lo de los Ahhiyawa, Karkemish, el último reducto, estaba herida de muerte.

Era soldado, y no tenía nombre; era simplemente conocido como hemu, sirviente.

Antes de ser hecho prisionero, él solo había enviado a seis Denyen a reunirse con Elkunirsa, el Creador. No pudo con todos. Lo vendieron a un grupo de Shekelesh, y con ellos fue cautivo a Kemet, donde le esperaba aún otra batalla: el nesu Usermaatra-Meriamón Ramsés-Heqaiun, Señor del País de la Tierra Negra, atacó las naves de los Shekelesh. Peleó bravamente, sólo por su vida; no tenía hermanos en esta contienda.

Teshub, el dios guerrero, vencedor del dragón Illuyanka, lo protegió blandiendo su hacha por él.

Despertó en tierra firme, y pasaron varias lunas hasta que volvió a sentir poder en su brazo.

Curado ya de las heridas que le habían hecho bravos guerreros que ya no existían, ¿seguiría trabajando acaso para el gordo Hapu, el tejedor?

No era su primera huida.

Recogió sus pocas cosas y se fue. Hapu, el gordo fofo de mirada acuosa, que había osado amenazarlo cuando aún estaba enfermo, tenía suerte de que no hubiese esperado la mañana para romperle sus telares en la cabeza.

Al otro día, el sudoroso Hapu se sentó en la sala del templo donde lo recibió el escriba, y tras un cansino suspiro, comenzó a dictar: "Habiendo huido el esclavo Shem de su patrono Hapu, el tejedor, éste invita a todos los buenos ciudadanos de Tebas a encontrarle. Es un hitita, de cinco pies de alto, de robusta complexión y ojos castaños; a quien lo devuelva a la tienda de Hapu,el tejedor, donde se tejen las más bellas telas al gusto de cada uno, se le entregará una pieza entera de oro."

No soy experto en publicidad, ni escritor ni egiptólogo, de manera que pido excusas a los profesionales por el intrusismo; de todas maneras me interesó imaginar brevemente aquello que no se sabe de Shem, el personaje de quien trata el papiro del 1000 aC. que lleva su nombre y se encuentra en el British Museum.

Lo que si conocemos es el entrecomillado, que nos revela que el tejedor Hapu, con mucha agilidad mental, aprovechó la notificación de huída de su servidor para colocar un anuncio publicitario.

Nos encontramos ante el primer creativo?

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